Había una vez...

Porque todos tenemos derecho a no leer. Si, podemos considerarnos lectores habituales, amar la literatura... y no leer. ¿Por qué? Pues porque sí, y es uno de los derechos básicos del lector, el no tener que dar explicaciones a nadie.

La lectura se está convirtiendo poco a poco en una actividad colectiva, se comentan libros con los amigos, se forman clubes... Pero el lector tiene derecho a mantener el rol clásico de la lectura en solitario, sin tener que dar explicaciones a nadie, y tomándose descansos cuando considere oportuno.

De manera que aunque resulte paradógico, el primer derecho del lector es el derecho a no leer.

Es algo que todos hemos hecho en alguna ocasión, pasar páginas cuando encuentras una descripción que no acaba nunca (en busca de los guiones que indican el diálogo entre los personajes) y que en ese momento no te apetece leer, sentir la intriga de la historia y la necesidad de conocer más rapidamente...

El lector tiene derecho a leer como quiera y eso implica que si no le gusta una parte del libro, puede saltársela, bien para volver sobre ella más tarde o simplemente, para no volver.