La aventura de escribir cartas

Publicado por Belén , domingo, 18 de diciembre de 2011 17:33


El correo postal es algo que está pasando a la historia, al menos cuando hablamos de correo-no-oficial.
El correo electrónico ganó la batalla hace tiempo, por rapidez, comodidad... Pero del mismo modo que pienso que el libro en papel y el libro electrónico pueden convivir como buenos amigos, tambien pienso que el correo postal y el correo electrónico son perfectamente compatibles.
El correo electrónico es para uso diario (de hecho, en mi caso, es para estar comprobándolo todo el tiempo), para intercambiar documentos, fotos...
Pero las cartas en papel tienen esa "magia" especial que a mí me sigue gustando.

Yo escribo cartas desde que sé escribir. Como toda mi familia vive fuera mis primas y yo nos carteábamos (esa expresión que se está perdiendo) con frecuencia. Y vale, a lo mejor las noticias tardaban más de una semana en llegar, pero la ilusión de recibir esa carta que había pasado por sus manos, con su letra, el papel con dibujitos y en ocasiones, dibujos hechos por nosotras mismas, no tiene precio.

Al ser muy pequeñas cuando empezamos a cartearnos algunas de estas cartas se perdieron, pero la mayoría siguen guardadas y es un recuerdo muy bonito. Esas cartas llenas de faltas de ortografía, con una letra que daba pena verla y llenas de anécdotas y preocupaciones infantiles (y no tan infantiles, cuando paramos con las cartas yo tenía dieciocho años y soy la más pequeña)... no creo que puedan ser sustituidas por un correo electrónico.
¿Y por qué os hablo hoy de las cartas? Porque el correo postal también está relacionado con las tarjetas de felicitación. Tarjetas para felicitar la Navidad y los cumpleaños que yo sigo mandando por el método tradicional a pesar de las nuevas alternativas.

A veces las hago a mano, a veces las compro y con frecuencia les meto dentro confeti, purpurina... tengo un pique con una prima mía que una vez tuvo la genial idea de abrir mi carta tumbada y estuvo una semana con purpurina hasta debajo de los párpados, así que intento ser original.
Mis tarjetas escritas a mano para felicitar la Navidad ya están listas. Las que van para fuera de Málaga ya van en camino y las que son para aquí al lado tendrán que esperar un poquito más. ¿Por qué no las entrego en mano a los que veo con frecuencia? Porque perdería todo el encanto y un sello no cuesta tanto.
Además recordad que si no las vais a hacer a mano podeis comprar postales que colaboran con un montón de asociaciones diferentes. Las mías de este año son de Cruz Roja.

¡A ver quien se anima a felicitar la Navidad vía correo postal!

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